jueves, 24 de marzo de 2011

El lago de las estrellas

Caligo entro en su casa, ya bien entrada la noche. La casa de siempre, su habitación de siempre,su cama de siempre .... más algo distinto había en el aire algo antiguo, más que el mundo.
Encendió su lampara de noche con aquella luz dorada que la hacia sentir tan cómoda entre las almohadas y se dispuso a soñar.

Primero todo era negro, y después poco a poco comenzo a percibir una luz azul,y el brillo de las estrellas. Volvía a ser de noche.
La luna alta en el cielo, luna llena y bella y las nubes de algodón y entre ellas unas estrellas diamantinas que se reflejaban en un lago negro como la noche.
A lo lejos comenzo a ver como se aproximaba un bote y en el una figura se distinguía alta y delgada. La figura era indiscutible,era Queronte,el barquero de la muerte.
Presa de su desesperación repentina Caligo metió su pequeña mano en el bolsillo y descubrió que ........ no tenia monedas..............................................................................................................................................

martes, 22 de marzo de 2011

Caligo, la oscuridad y Goral el oráculo


Después de vagar inquieta, extraña,sabia donde se dirigía; iba en dirección a la casa de Goral,el oráculo, pues había estado teniendo unos sueños que no la dejaban descansar, la perturbaban y quiso saber que podían significar.
Tendrás más sueños,le dijo Goral, son una prueba del destino y en cada uno de ellos perderás algo muy valiosos para ti. Pero en el último, solo en el último si superas la prueba, recuperaras todo aquello que has perdido, si no la superas vagaras en el limbo eternamente convertida en una banshee por siempre.
Salio de la casa con la cabeza hacia abajo ,pero decidida a enfrentarse a sus propios sueños y dispuesta a la aventura.
CALIGO, no volverá a ser la misma nunca más. Y entro en su casa dispuesta a soñar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

El bosque

Se avecinaba la noche y todo en el bosque estaba quieto. Todo menos una, todo menos una niña que acostumbrada ya a vagar en la soledad y la oscuridad de la noche; caminaba bajo una luna ciega por las nubes.
Aunque ya sabia el camino con los ojos cerrados y cualquier sonido era extrañamente familiar aquella noche las alertas de su alma estaban dando saltos, algo era diferente algo iba mal, ¿o tal vez era la danza de las tinieblas?