miércoles, 2 de marzo de 2011

El bosque

Se avecinaba la noche y todo en el bosque estaba quieto. Todo menos una, todo menos una niña que acostumbrada ya a vagar en la soledad y la oscuridad de la noche; caminaba bajo una luna ciega por las nubes.
Aunque ya sabia el camino con los ojos cerrados y cualquier sonido era extrañamente familiar aquella noche las alertas de su alma estaban dando saltos, algo era diferente algo iba mal, ¿o tal vez era la danza de las tinieblas?

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